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¿Cómo reducir la huella de carbono gracias a la digitalización?

XavierBiseul
Xavier Biseul
7 de mayo de 2019
7 min de lectura

Digitalización, optimización de las rutas de los técnicos, recurrir a un servicio de alojamiento de páginas web responsable con el medio ambiente, etc. Existe cierto número de iniciativas que permite a los servicios de mantenimiento contribuir a reducir la huella de carbono. Los estudios científicos se suceden y, desgraciadamente, son similares entre sí. Todos ellos señalan una aceleración del calentamiento global. Ante lo que se percibe como la peor amenaza del siglo XXI, todo el mundo puede hacer determinados gestos para proteger el planeta.   A su nivel, las empresas pueden actuar a favor de la conservación del medio ambiente en el marco de su política de RSC (responsabilidad social corporativa) y la tecnología digital puede contribuir a ello.   Señaladas por algunas ONG, que las consideran especialmente contaminantes y grandes consumidoras de energía, las nuevas tecnologías, cuando se utilizan correctamente, pueden efectivamente contribuir a reducir la huella de carbono. Se trata de un modelo ideal, perfectamente aplicable al servicio de mantenimiento.

Política cero papel

La digitalización permite, en primer lugar, liberarse del soporte papel. Al digitalizar todo el circuito de información, desde los informes de trabajo hasta las facturas, la empresa y sus clientes pasan a comunicarse al 100% por vía electrónica.   La empresa cliente recibe una notificación en tiempo real sobre el estado se encuentra su solicitud de trabajo. Al finalizar la orden, recibe un e-mail a modo de resumen, con el parte de trabajo firmado electrónicamente y las fotos del trabajo realizado como archivos adjuntos al mismo.   Durante la prestación del servicio no habrá sido necesario imprimir nada, la reducción del uso de papel contribuye en gran medida a reducir la huella de carbono.

Reducir el tiempo en carretera

El otro beneficio, fácilmente cuantificable, que aporta la digitalización es la reducción del número de kilómetros recorridos por los técnicos. Gracias a la geolocalización de sus vehículos, es posible optimizar sus rutas para que pasen el mínimo tiempo posible al volante.   En caso de urgencia, el planificador desvía de su ruta al técnico más cercano al lugar de la intervención. Este recibe un aviso en su dispositivo móvil en cuanto se produce el menor cambio en su agenda. Esta información en tiempo real evita muchos desplazamientos inútiles.  

Evitar los atascos

La tecnología digital también permite luchar contra los atascos. Algunas soluciones de gestión de servicios de campo, como la de Praxedo, incorporan de manera nativa una herramienta de ayuda a la navegación tipo Google Maps, Waze, TomTom o Apple Plans, que permite al técnico informarse sobre el estado del tráfico.   Otras herramientas digitales evitan la realización de desplazamientos físicos. Si no consigue resolver la avería, el técnico podrá solicitar ayuda, por videoconferencia, a un experto que permanece en el centro de servicio. Para afinar el diagnóstico, los dos compartirán en una pizarra imágenes o gráficos, sobre los que podrán hacer anotaciones y comentarios.   El módulo de mensajería instantánea con el que debe contar cualquier buen programa para Servicios de Asistencia Técnica SAT permite, asimismo, una colaboración a distancia entre expertos, que requiere un menor consumo de energía que el envío de e-mails múltiples,   y en caso de que falte una pieza de repuesto, el técnico localizará, siempre desde su dispositivo móvil, el stock más cercano. En un futuro próximo, tal vez el técnico recurra a la impresión 3D para “imprimir” directamente in situ la pieza en cuestión.

Con la nube, una infraestructura compartida

Esta tendencia a la movilidad se ha hecho posible gracias al paso a la nube, pero no es la única ventaja de la tecnología “en la nube”. Al recurrir a la infraestructura compartida de su proveedor, la empresa ya no tiene que gestionar y mantener sus servidores propios, instalados en sus oficinas.   Algunos proveedores, asimismo, han optado por las tecnologías verdes (Green IT). El proveedor de servicio de alojamiento de Praxedo, OVH, ha conseguido reducir el consumo energético de sus centros de datos en aproximadamente un 50% al suprimir la climatización eléctrica. Para ello, el primer proveedor de servicios de hosting de Europa ha desarrollado un sistema de refrigeración de los servidores aprovechando las propiedades termoportadoras del agua.   Con este procedimiento de watercooling, el líquido refrigerado extrae aproximadamente el 70% del calor liberado por los servidores. El 30% restante se disipa gracias a la ventilación natural de los edificios, favorecida por su diseño ecológico.   La nube permite a la empresa usuaria sustituir sus ordenadores fijos por ordenadores portátiles o incluso tablets, que requieren un menor consumo de energía. En el pasado, se debía instalar el programa para Servicios de Asistencia Técnica SAT en cada PC o Mac que necesitase tener acceso a él. Con el modo SaaS, la “inteligencia” se desplaza a la nube y, por lo tanto, consume menos recursos del propio dispositivo contribuyendo a reducir la huella de carbono.  

El BYOD disminuye el número de dispositivos

También es posible reducir aún más el parque de equipos recurriendo al BYOD (Bring your own device). Al trabajar con su propio dispositivo, el técnico ya no tiene que alternar entre dos aparatos – uno personal y otro profesional – que, además, no debe olvidar cargar la noche anterior, reduciéndose en consecuencia el consumo eléctrico.   Según un estudio de la ONG France Nature Environnement, en la composición de un smartphone entran en juego unos cincuenta metales distintos, difícilmente reciclables. La extracción de estos minerales implica también problemas de contaminación, en especial las famosas “tierras raras”. Por ello, conviene limitar el número de dispositivos de alta tecnología.

Reciclar los residuos electrónicos

También en relación con el reciclaje, los servicios de mantenimiento pueden crear un circuito para reciclar y valorar sus residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), tanto en el caso de piezas de repuesto defectuosas como de materiales al final de su vida útil.   Según las Directivas europeas 2002/96/CE y 2003/108/CE, incorporadas al derecho español en 2005, las empresas son responsables de estos residuos si los productos de los que se derivan se han introducido en el mercado antes del 13 de agosto de 2005. Después de esa fecha, corresponde a los fabricantes garantizar su recogida.

Optimizar el código informático

Por último, el propio diseño de un programa para Servicios de Asistencia Técnica SAT puede ser más o menos responsable con el medio ambiente. La optimización del código informático permite, efectivamente, reducir las peticiones web y, con ello, el tráfico de Internet, así como la utilización de recursos (memoria, espacio de almacenamiento, etc.) necesarios para su ejecución.   Como startup francesa especializada en el diseño de software responsable con el medio ambiente, Greenspector acaba de clasificar las aplicaciones móviles de los grandes medios de comunicación en función de su consumo energético. Con esta clasificación, se puede ver cómo leer un artículo de un determinado periódico en el smartphone puede requerir el mismo consumo de energía que leer tres en otro periódico distinto. Más allá de la calidad del código, Greenspector señala un uso indiscriminado de la geolocalización, de los vídeos, de la publicidad o de las notificaciones.