- Mantenimiento
Qué es el mantenimiento proactivo y buenas prácticas para aplicarlo
Al famoso trío de correctivo, preventivo y predictivo se le ha sumado un nuevo jugador: el mantenimiento proactivo. Y es que este nuevo enfoque está ganando terreno rápidamente entre las empresas de servicio técnico más avispadas.
Pero para muchos en el sector, este nuevo término sigue planteando dudas.
¿Qué significa en realidad “mantenimiento proactivo”? ¿En qué se diferencia de los enfoques tradicionales? ¿Y en qué se parece al predictivo? ¿Cómo llevarlo a la práctica sin gastarse un dineral?
En este artículo, desglosamos en qué consiste este enfoque, consejos prácticos, y qué herramientas digitales existen para implantar mantenimientos proactivos eficaces.
Siga leyendo para despejar todas las dudas sobre el mantenimiento proactivo para maquinaria, equipamientos o instalaciones.
¿Qué es el mantenimiento proactivo?
El mantenimiento proactivo es un enfoque que apunta directamente al origen de los problemas. No se limita a arreglar averías cuando ocurren, ni a hacer revisiones periódicas para evitarlas. Va un paso más allá, buscando eliminar cualquier condición que pueda desencadenar un fallo futuro.
En lugar de:
- “apagar incendios”, como hace el mantenimiento correctivo,
- “remojar por si acaso”, como haría el mantenimiento preventivo, o
- “vigilar las chispas” como en el mantenimiento predictivo,
el mantenimiento proactivo busca entender la causa que hace saltar esas chispas y actúa para que nunca lleguen a hacerlo.
En pocas palabras, el mantenimiento predictivo se anticipa, identificando y neutralizando “gérmenes” de fallos en lugar de esperar a que surjan los síntomas.
Para una empresa SAT, esto significa que cada asistencia no solo busca asegurar que el equipo funcione bien, sino también analizar detalles y patrones que podrían comprometerlo. ¿Hay piezas que se desgastan de forma irregular? ¿Existen ajustes específicos que podrían evitar un problema futuro?
Con el mantenimiento proactivo, cada asistencia es una oportunidad para maximizar la vida útil de los equipos.
Ya no sirve con el clásico “si funciona bien, no lo toques”, o el evolucionado “más vale prevenir que curar”. Este enfoque defiende algo mucho más profundo: “Cortar el mal de raíz”.
Anticipándose y eliminando las causas profundas, el mantenimiento correctivo permite minimizar averías, optimizar recursos y ofrecer un servicio técnico realmente inmejorable.
¿Cuál es la diferencia entre mantenimiento proactivo y mantenimiento predictivo?
Como ambos tratan de prevenir averías, es habitual confundir ambos términos. La clave es entender que ambos persiguen el mismo objetivo, con “modus operandi” diferentes.
El mantenimiento predictivo se basa en vigilar el estado de los equipos de forma constante. Usa datos históricos, sensores y análisis en tiempo real para detectar cualquier señal de fallo inminente, para alertar al equipo técnico y que intervenga antes de que ocurra una avería.
El mantenimiento proactivo va un paso más allá o mejor dicho, un paso por delante. Y es que en lugar de intentar anticipar los fallos, se centra en entender y eliminar las condiciones que provocan esos fallos.
Esto implica desde revisar el historial de asistencias del equipo, recopilar datos de rendimiento, estudiar si hay piezas especialmente problemáticas, revisar configuraciones incorrectas o si determinados ambientes están acelerando el deterioro de los equipos.
Y por si había dudas: Sí. Ambos enfoques de mantenimiento pueden ser complementarios.
Beneficios del mantenimiento proactivo
Aplicar un enfoque de mantenimiento proactivo trae beneficios muy concretos para el día a día de cualquier empresa de servicios técnicos. Estos son los más importantes:
- Menos averías y paradas inesperadas: Cuando los equipos están en óptimas condiciones, las averías se vuelven algo raro, y los tiempos de inactividad se reducen al mínimo.
- Mayor eficiencia técnica: Ya no es necesario “apagar incendios” constantemente, lo que permite una gestión de órdenes de trabajo más organizada y eficiente.
- Extensión de la vida útil de los equipos: Gracias al mantenimiento proactivo, los equipos duran más y funcionan mejor, convirtiéndose en una buenísima inversión a largo plazo.
- Mejora la satisfacción del cliente: Cuando los equipos funcionan mejor que nunca, los clientes lo notan, valoran la calidad del servicio y no dudan en extender sus contratos de mantenimiento.
En resumen, el mantenimiento proactivo es una estrategia que optimiza los recursos, reduce costes y permite a las empresas SAT ofrecer un servicio de calidad que fideliza a sus clientes.
Buenas prácticas para implementar el mantenimiento proactivo
Ahora que las ventajas de este enfoque están claras, la pregunta es, ¿cómo implantar el mantenimiento proactivo en una empresa SAT? No existen fórmulas mágicas, pero sí algunas buenas prácticas recomendadas:
- Inspecciones constantes: La clave del mantenimiento proactivo es el monitoreo continuo de los equipos. Solo así se recogen los datos necesarios para detectar patrones de avería.
- Analizar el historial técnico de los equipos: Un historial de mantenimiento es una mina de oro para identificar las causas raíz de las averías, especialmente en cuanto a intervalos de tiempo.
- Capacitar a los técnicos: Cuando los técnicos saben qué buscar, pueden identificar signos de desgaste o potenciales problemas en un periquete.
- Apóyese en un software FSM: Soluciones digitales como Praxedo son best friends para registrar, analizar y tener siempre a mano toda la información necesaria para un enfoque proactivo.
Con estas buenas prácticas, adoptar un enfoque de mantenimiento proactivo será un éxito asegurado.
Praxedo, el software aliado para el mantenimiento proactivo
Un profesional técnico debe contar con las mejores herramientas para realizar su trabajo, y en lo referente a herramientas digitales, nuestra recomendación es Praxedo. Permite a las empresas SAT adoptar un enfoque proactivo gracias a sus multiples funcionalidades.
- Gestión de órdenes de trabajo personalizadas: permitiendo crear partes de trabajo digitales, adaptadas a cada tipo de asistencia.
- Integración con sensores y dispositivos IoT, para conocer el estado de los equipos de forma precisa.
- Historial técnico detallado de cada equipo accesible en la nube, con asistencias, fechas, técnicos, piezas y toda la información completa.
- Planificación automática de contratos de mantenimiento con avisos programados.
- Integración con ERP y gestión de inventarios, garantizando un flujo de datos actualizado y cohesionado.
- Configuración profesional de cuadros de mando, para analizar los indicadores profesionales y los KPIs en función del historial.
Y mucho, mucho más. Porque más allá de sus funcionalidades orientadas al mantenimiento proactivo, Praxedo ofrece una amplia gama de soluciones para mejorar el día a día de las empresas SAT.
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